domingo, 23 de octubre de 2011

LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA


En palabras del Papa Juan Pablo II:
"Es una manifestación elocuente de la vitalidad siempre joven de la Iglesia, una expresión vigorosa de lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias al final del segundo mileno"
“Gracias al Movimiento Carismático, muchos cristianos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, han redescubierto Pentecostés como realidad viva y presente en su existencia cotidiana”
Y en otra ocasión exhortaba a la Renovación Católica Carismática diciendo:
 “En nuestro tiempo, sediento de esperanza, den a conocer y hagan amar al Espíritu Santo. Así ayudarán a que tome forma ‘la cultura de Pentecostés’, la única que puede fecundar la civilización del amor y de la convivencia entre los pueblos. No se cansen de invocar con ferviente insistencia: ¡Ven Espíritu Santo! ¡Ven! ¡Ven!

OBJETIVOS DE LA RENOVACIÓN CATÓLICA CARISMÁTICA
El preámbulo de los nuevos estatutos del ICCRS (International Catholic Charismatic Renewal Servivice-Servicio Internacional de la Renovación Carismática Católica) nos enseña que los objetivos centrales de la Renovación Católica Carismática incluyen:
1. Amparar la conversión madura y constante a Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
2. Amparar una receptividad personal decisiva a la persona, presencia y poder del Espíritu Santo.
3. Amparar la recepción y utilización de los dones espirituales (charismata o carismas) no sólo en la RCC sino también en la Iglesia en toda su extensión. Estos dones, ordinarios y extraordinarios se encuentran en abundancia entre los laicos, los religiosos y el clero.
Su comprensión adecuada y utilización en armonía con otros elementos de la vida de la Iglesia es una fuente de fuerza para los cristianos en su camino hacia la santidad, y en la realización de su misión.
4. Amparar la obra de evangelización en el poder del Espíritu Santo, incluyendo la evangelización de los no bautizados, la reevangelización de los cristianos nominales, la evangelización de la cultura y las estructuras sociales. La RCC promueve especialmente el compartir la misión de la Iglesia proclamando el Evangelio de palabra y de obra, y dando testimonio de Jesucristo a través del testimonio personal y a través de esas obras de fe y justicia a las que cada uno está llamado.
5. Amparar el crecimiento constante en santidad, a través de la integración adecuada de estos énfasis carismáticos en la vida plena de la Iglesia. Esto se consigue a través de la participación en una vida sacramental y litúrgica rica, y una apreciación de la tradición de la oración y espiritualidad católicas. Esto está guiado por el Magisterio de la Iglesia, y la participación en el plan pastoral de la Iglesia.

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